domingo, 9 de enero de 2011

LA VIDA ES BELLA DILE NO AL SUICIDIO

SUICIDIO

Etimológicamente el término deriva del verbo latino "caedere" y del pronombre "sui", 'darse muerte a sí mismo'. El que se mata por sus propios deseos comete suicidio, afirmó el abate François Desfontaines en 1735, creador del término. Muchas religiones monoteistas lo consideraban un pecado, y en algunas jurisdicciones se consideraba un delito. Por otra parte, algunas culturas, especialmente las orientales, lo ven como una forma honorable de escapar de algunas situaciones humillantes o dolorosas en extremo.
Para considerarse suicidio, la muerte debe ser un elemento carnal y el motivo del acto, y no solo una consecuencia casi ineludible. Así los mártires no son considerados suicidas, dado que se sacrifican en nombre de una creencia. Tampoco son suicidas los que se sacrifican por otros en caso de emergencias ni los soldados que mueren en una guerra y, en estos casos, los muertos no son proscritos por la ley. En el caso de que el suicidio tenga consecuencias legales, la ley recoge que debe haber prueba de intención de morir, así como la propia muerte para que el acto sea considerado un suicidio. Puede que dicho proceso sea costoso en caso de minusvalía y tenga que depender de alguien más, que entraría entonces en una dinámica de cómplice de suicidio, figura del derecho penal donde sería posible una sanción penal. La Psicología y la Psiquiatría se revelan como las principales ciencias de la salud para prevenir el suicidio.

ANTE LA LEY
En España la relación de terceros respecto al suicidio es discutida. El caso de no evitarse un suicidio, pudiendo hacerse, podría ser considerado como una omisión del deber de socorro, lo que está tipificado como delito en diversas legislaciones. Este hecho es justificado en que un intento de suicidio podría ser debido, por ejemplo, a un estado de locuratransitorio, a un estado depresivo muy grave u otras situaciones análogas. No obstante, si el acto de suicidio se toma con el supuesto ejercicio pleno de las facultades mentales nadie podría impedirlo hipoteticamente, ya que lo contrario podría tratarse de un delito de coacción, que castigaría al que «sin estar legítimamente autorizado, impidiere a otro con violencia hacer lo que la ley no prohíbe» (art. 172 del CP). Hay que hacer notar, a este respecto, que el suicidio «es un acto que la ley no prohíbe», como ha señalado el Tribunal Constitucional de España. Aunque el Tribunal Constitucional Español señala que no existe en el ordenamiento jurídico de este país el «derecho al suicidio», «[e]llo no impide, sin embargo, reconocer que, siendo la vida un bien de la persona que se integra en el círculo de su libertad, pueda aquélla fácticamente disponer sobre su propia muerte, pero esa disposición constituye una manifestación del agere licere, en cuanto que la privación de la vida propia o la aceptación de la propia muerte es un acto que la ley no prohíbe» (Fundamento Jurídico 7.º).En todo caso, inducir a otra persona para que cometa suicidio, o cooperar con actos necesarios en un suicidio o en una eutanasia sí que son delitos, aunque castigados con penas distintas (artículo 143 del CP).

De igual manera, en legislaciones como la chilena, el auxilio al suicidio es punible según señala el art. 393 del Código Penal: «El que con conocimiento de causa prestare auxilio a otro para que se suicide, sufrirá la pena de presidio menor en sus grados medio a máximo, si se efectúa la muerte». Aquí la muerte opera como condición objetiva de punibilidad; es decir, sólo será culpable la conducta en la medida que se verifique el resultado de muerte; y siendo así, incurrirá el autor en la pena señalada (541 días a 5 años).

PSIQUIATRÍA
El suicidio también puede ser efecto de trastornos psiquiátricos, que comúnmente se acompañan de depresión o ansiedad, como el trastorno de ansiedad generalizada, el trastorno de pánico, el trastorno bipolar, la esquizofrenia y todos los trastornos de depresión. En estos casos es principalmente la enfermedad lo que provoca el suicidio y no el análisis lógico del individuo.

VALORACIONES MORALES
La teología dice que para algunos el suicidio consiste en «darse la muerte directamente a sí mismo»; y aclara que aunque ambas opiniones son semejantes, encierran matices distintos. Mientras que para los primeros el suicidio directo es siempre intrínsecamente malo, para los segundos el suicidio directo es siempre pecaminoso, pero el suicidio indirecto no lo es. Precisamente, debemos entender que el suicidio directo es aquel en que el ser humano busca mediante un acto que de suyo es capaz de causarla; mientras en el indirecto, la persona se da muerte sin procurarla libremente.
Una clasificación posible de las tantas que se pueden hacer es la que divide los suicidios en:
§  Los vicariantes: se adelantan o aceleran el acto de la muerte que se vislumbra en un futuro, con la justificación de que no hay esperanzas y sólo creen ver a su alrededor sufrimientos y nada puede compensar el período de espera.
§  Los perfeccionistas: no toleran cualquier disminución de los atributos a su persona, lo mismo en la belleza que en la potencia sexual, o un defecto cualquiera, menoscabo económico o social, o la pérdida del poder y prestigio.
§  Los hedonistas: no soportan nada que constituya un impedimento o una disminución del placer de predominio sensual.
§  Los transicionales: ante ciertas crisis vitales de transición inevitables, optan por el suicidio.
§  Los sintomáticos: dependen de una enfermedad mental, psicosis, confusión mental, demencia y depresión.


EVOLUCIÓN HISTÓRICA
La actitud de los hombres ante la muerte no ha sido la misma a través de los tiempos; cuando un hombre de hoy habla de su muerte, piensa que si le fuera dado escogería una muerte súbita, sin dolor, como un leve sueño. El hombre del medioevo se sentiría aterrado de ello, porque como lo expresa el padre de Hamlet, en la famosa obra de Shakespeare, moriría «en la flor del pecado»; por eso el hombre de la Edad Media prefería un tiempo de arrepentimiento y de balance de sus deudas con Dios y con los hombres, inclusive en las oraciones medievales se rezaba «líbranos Señor de la muerte repentina».

En la edad media y hasta bien entrada nuestra edad moderna en Europa occidental la Iglesia Católica sacralizaron la muerte, la domesticaron, integrándola en un sistema de ritos y creencias que la convertían en una etapa más del destino final de cada ser humano. El suicidio era rechazado y se le negaba la sepultura en el Campo Santo. En la Inglaterra alglicana de 1800 el cuerpo del suicida era castigado por la justicia publicamente siendo arrastrado por el suelo y estaqueado en el cruce de los caminos, sus bienes confiscados y la viuda desheredada y deshonrada. Solo se aceptaba el caso del soldado vencido que se suicidaba por honor.
En sociedades donde la sacralidad era la cosmovisión vigente, es lógico que el comportamiento suicida se rechazara, pues el hombre no tenía permitido modificar su destino, que estaba en las manos de Dios.
El suicidio ha estado ligado a la humanidad y sus costumbres: los mayas, según refiere la historia, veneraban a Ixtab, la diosa del suicidio, y en el Lejano Oriente los japoneses se hacían el seppuku para lavar la deshonra.
Fue a partir del siglo XIX cuando se perdió ese sentido de socialización, inserto en la ritualidad. La sociedad emergente rechazó aquel paradigma medieval. La muerte fue liberada y pasó al dominio privado, el cadáver era velado en la casa, sepultado en familia, y en ese sentido la muerte pasó a depender cada vez más de la voluntad del individuo. De este modo, la sociedad occidental se había desvinculado de la muerte y del suicidio en particular.
VISIÓN SOCIOLÓGICA
El sociólogo francés Émile Durkheim en su obra El suicidio (1897), señala que los suicidios son fenómenos individuales que responden esencialmente a causas sociales. Las sociedades presentan ciertos síntomas patológicos, ante todo la integración o regulación social ya sea excesiva o insuficiente del individuo en la colectividad. Por tanto el suicidio sería un hecho social.

Durkheim comienza su estudio con una definición de suicidio como: «Todo caso de muerte que resulta directa o indirectamente de un acto positivo o negativo realizado por la víctima misma y que, según ella sabía, debía producir este resultado». Ejemplo de un acto positivo: dispararse en la cabeza; ejemplo de un acto negativo: rehusar a ingerir cualquier medicina hasta dejarse morir.
Durkheim distingue tres clases de suicidios:1
1.  Suicidio egoísta, típico de sociedades donde el individuo carece de integración social.
2.  Suicidio anómico, característico de falta de regulación social (anomia), existe una falta de normatividad en tanto que las normas sociales no son interiorizadas como propias por parte del individuo.
3.  Suicidio altruista, característico de sociedades con alto grado de integración social, el individuo se suicida por su sensación de pertenencia a la sociedad. Se mata por ella, un claro ejemplo son los kamikazes.
SUICIDAS
Categoría principal: Suicidas
El suicidio ha sido un hecho que siempre ha estado presente a lo largo de la historia de la humanidad. Numerosos personajes famosos de la actualidad y del pasado se han suicidado. En los enlaces externos se muestra una lista de dichas celebridades.

PROPUESTAS


Como es conocido, la prevención del suicidio se puede subdividir en tres tipos:
  1. Prevención general que es el conjunto de medidas de apoyo o sostén psicológicos, sociales, institucionales, que contribuyen a que los ciudadanos estén en mejores condiciones de manejar los eventos vitales psicotraumaticos y mitigar los daños que ellos pudieran ocasionar.
  2. Prevención indirecta conformada por el conjunto de medidas encaminadas a tratar los trastornos mentales y del comportamiento, las enfermedades físicas que conllevan suicidio, las situaciones de crisis, la reducción del acceso a los métodos mediante los cuales las personas se pueden autolesionar, etc.
  3. Prevención directa constituida por aquellas medidas que ayudan a abortar o resolver mediante soluciones no autodestructivas, el proceso suicida. (1)
Cada país, con su sistema sociopolítico específico garantizara en mayor o menor medida la prevencion general del suicidio. Cada país con su sistema de salud específico permitirá en mayor o menor medida la accesibilidad a los servicios de salud mental que posibilite el tratamiento de los ciudadanos que lo requieran.
En cada país las personas en situación de crisis suicida son tratadas por diversos grupos de profesionales entre los que se encuentran psicólogos, psiquiatras, médicos de familia, médicos generales, voluntarios entrenados, terapeutas sin otra especificación, etc.
Todo lo anterior complica extraordinariamente la confección de una estrategia que sea de utilidad en todos los escenarios.
La Organización Mundial de la Salud sugiere seis medidas para prevenir el suicidio las que a continuación se relacionan:
  • Tratamiento de las enfermedades mentales
  • Destoxificacion del gas de los vehículos de motor
  • Destoxificacion del gas doméstico
  • Control de la posesión de las armas de fuego
  • Control sobre la disponibilidad de las sustancias tóxicas
  • Disminuir los reportes de las noticias sensacionalistas en los medios de difusión. (2)
Algunos países tienen sus propias estrategias nacionales para prevenir el suicidio, según sus propias particularidades.
En Inglaterra, se han adoptado múltiples medidas encaminadas a prevenir suicidio, a mejorar el diagnostico y tratamiento de la depresión y de los sujetos con riesgo del suicidio por parte del medico general, en los Hospitales Generales y Servicios de Salud Mental; el reconocimiento de los grupos de riesgo; la reducción del acceso a los medios mediante los cuales el sujeto puede cometer suicidio e intentar modificar las actitudes públicas hacia la depresión y suicidio. 

En Noruega entre las medidas preventivas para disminuir el comportamiento suicida están las siguientes:
  • Adecuado tratamiento de personas en riesgo suicida por razones psiquiátricas
  • Adecuado tratamiento de los enfermos somáticos en hospitales generales, unidades de desintoxicación, etc.,
  • Adecuado tratamiento de grupos con elevado riesgo como las personas en crisis, niños y adolescentes, estudiantes, prisioneros, jóvenes del servicio militar, los inmigrantes, personas desempleadas, etc.
  • Mejorar la salud y los servicios sociales en las municipalidades
  • Mejorar la disponibilidad de acceso a la salud mental en los ámbitos escolares
  • Incrementar la cooperación entre las diversas organizaciones e instituciones de la sociedad.
  • El entrenamiento, instrucción y educación del médico general
  • La participación de los medios de comunicación
  • La investigación, principalmente estudios que usen métodos epidemiológicos.(4)
En Suecia se considera que para disminuir esta causa de muerte es necesario:
  1. Reforzar el conocimiento público acerca de la conducta suicida.
  2. El apoyo y tratamiento de personas en riesgo de suicidio
  3. Cuidados a los niños y las personas jóvenes
  4. Cuidado de los trabajadores
  5. Programas de entrenamiento en la prevención del suicidio.
  6. Reducir la disponibilidad de medios de suicidio
  7. Contar con expertos en la prevención del suicidio a nivel nacional
  8. Contar con un banco de datos
  9. Implementar sistemas de regulación.
Otra medida de este programa es la de promover la toma de conciencia sobre la importancia del suicidio como causa de muerte.
  1. Proveer soporte social y médico a las personas en situaciones de crisis.
  2. Educar A los niños y jóvenes en el manejo de situaciones conflictivas a lo largo de sus vidas.
  3. Combatir el alcoholismo y la drogodependencia.
  4. Proveer soporte social y médico a los grupos vulnerables (ancianos, madres solteras, desempleados, minorías étnicas, desplazados, inmigrantes no adaptados al país receptor, etc.)
  5. Actualizar en los aspectos preventivos de la conducta suicida a médicos de atención primaria, pediatras, maestros, clérigos, policías, entre otros.
  6. Reducir la disponibilidad de los métodos suicidas, principalmente las armas de fuego, los venenos agrícolas y otras sustancias tóxicas, destoxificación de los gases del alumbrado y de los vehículos de motor, etc.
  7. Eliminar la información sensacionalista sobre el suicidio en los medios de difusión.
  8. Tratamiento de la enfermedad mental.
  9. Realizar campañas educacionales para la práctica sistemática de ejercicios y la adecuada utilización del tiempo libre.
  10. Promover la realización de eventos intersectoriales y multidisciplinarios sobre la conducta suicida en sus diversos aspectos. (5)
En Eslovenia, el programa Nacional para la prevención del suicidio presta especial interés a:
  1. Las personas que han intentado suicidio y/o han tenido tendencias suicidas, personas con problemas de salud mentales y enfermedades, las personas en crisis, las personas somáticamente enfermas de curso crónico, las personas inválidas)
  2. La población más numerosa (niños, personas jóvenes y personas mayores)
  3. Los profesionales involucrados en la prevencion del suicidio como el personal médico, maestros y consejeros de la escuela, asistentes sociales, clero, medios de comunicación, profesionales que trabajan en prisión y en casas a medio camino. 

En Cuba, el Programa Nacional para la Prevención del Suicidio empezó en 1989 con tres objetivos principales:
  • Evitar el primer intento suicida
  • Evita la repetición del intento suicida
  • Evita el suicidio.
El programa incluyó seis niveles: el medico de la familia, el policlínico, el hospital, la municipalidad, la provincia y la nación. Cada nivel tiene su propia tarea, pero el medico de la familia en la atención primaria de salud es el protagonista principal con la participación de los lideres formales e informales, las instituciones y organizaciones de la comunidad. 

Otros países no tienen un programa nacional de prevención de suicidio como los expresados con antelación, pero poseen una estrategia nacional para prevenir el suicidio de los jóvenes, por ejemplo Nueva Zelanda (8) (9)
A juicio del autor hay principios generales de la prevención del suicidio que no siempre pueden ser cumplidos en todos los países. Uno de estos principios es el tratamiento de las personas aquejadas de una enfermedad mental pues es reconocido que se suicidan con mayor frecuencia que la población en general. Sin embargo la accesibilidad de los enfermos mentales a las fuentes de salud mental para recibir tratamiento es dificultosa en muchos países debido a que tales servicios están concentrados en las capitales o las grandes ciudades, los elevados costos de las consultas especializadas, el elevado precio de los medicamentos necesarios para realizar un tratamiento de continuación y mantenimiento de las enfermedades que conllevan riesgo de suicidio y en no pocas ocasiones la deficiente atención en los hospitales psiquiátricos públicos.

Otro principio que no puede ser generalizado es el control de la posesión de las armas de fuego, ya que la venta licita o no de estos artefactos constituyen un negocio muy lucrativo para quienes lo practican y se han creado intereses con los que la prevencion del suicidio no puede competir.

Similar situación se presenta cuando se pretende disminuir los reportes de las noticias sensacionalistas en los medios de difusión, pues lo que les interesa es el aspecto económico, obtener las ganancias que se obtienen del sufrimiento ajeno, rigiéndose por los que consideran que a los seres humanos les gusta escuchar, ver y leer malas noticias. Cualquier desgracia es bien vendida.
En tales casos, la libertad de expresión no se acompaña de la correspondiente responsabilidad por las consecuencias de lo que se expresa. (10)
¿Qué hacer entonces? Lo ideal seria poder conformar un programa nacional de prevencion del suicidio en el que se realice un abordaje integral con la participación de los diversos sectores e instituciones de la sociedad, guiados por las autoridades sanitarias asesoradas por expertos nacionales y foráneos en la prevencion del suicidio. Si ello no fuera posible a mediano plazo en cada estado, departamento o provincia sugiero lo siguiente:
  • Lo primero que se debe hacer es comenzar a trabajar si se tienen en cuenta que si se espera a que estén creadas todas las condiciones NUNCA se iniciaran las labores de prevencion del suicidio.
  • No detenerse ante las adversidades que se pudieran presentar pues si se detienen las acciones preventivas ante cada situación adversa el impacto que se pretende conseguir para sensibilizar a los decidores no puede ser conseguido.
  • Se debe partir del principio que el suicidio es una causa de muerte evitable en la mayoría de los casos y con muy escasos recursos se pueden salvar muchas vidas si se toman sencillas medidas durante la crisis suicida.
  • La prevencion del suicida es tarea de quien se encuentre mas cerca del sujeto en crisis suicida y sepa que hacer para que llegue con vida a los servicios especializados en salud mental.
  • Nunca complicar el tema del suicidio ni convertirlo en un feudo de psiquiatras, psicólogos u otros profesionales pues es una tarea de toda la sociedad en su conjunto.
  • Se debe intentar contar con el respaldo de los medios de comunicación para realizar programas de radio, televisión o artículos periodísticos sobre el tema del suicidio y su prevencion y proponer la realización de un taller sobre como debe ser enfocado el tema del suicidio en los medios.
  • Se deben iniciar las acciones de prevencion del suicidio con las que están dirigidas a disminuir el suicidio en niños y adolescentes, ya que se logra un máximo de apoyo comunitario debido a lo sensible del tema para cada familia.
  • Se deben impartir conferencia en escuelas públicas y privadas a alumnos, maestros y padres de familia con temas sugerentes y de fácil comprensión que haga el tema del suicidio y su prevencion asimilable al auditorio.
  • Se deben impartir conferencias para los médicos, enfermeras y trabajadoras sociales de los hospitales generales abordando principalmente los siguientes temas: mitos, (11) exploración de la ideación suicida (12), grupos de riesgo de suicidio (13), diagnostico y tratamiento de la depresión en el adolescente y el anciano, evaluación del riesgo de suicidio (14) y medidas esenciales para evitar el suicidio durante la crisis suicida.
  • Asumir una permanente disposición de colaborar en la capacitación de organizaciones religiosas, instituciones, grupos de ayuda mutua en cada comunidad.
  • Intervenir precozmente en aquellos escenarios en los que se haya consumado un suicidio para evitar los efectos imitativos de esta conducta, principalmente en las escuelas.
  • Prestar atención inmediata a los sobrevivientes o familiares de suicidas para ayudarlos a elaborar el duelo por esta causa. Muchos de ellos se convierten en eficientes colaboradores.
  • Fomentar la formación y capacitación de grupos de voluntarios en la comunidad y creación de una línea telefónica de ayuda al suicida atendida por profesionales y voluntarios con actitudes para ello.
  • Coordinar con los servicios de salud mental para remitir a tratamiento especializado u hospitalización a aquellas personas con elevado riesgo de suicidio que lo requieran.
  • Realizar eventos científicos que permitan el intercambio de experiencias entre los interesados en la prevención del suicidio.
  • Las Primeras Damas son, por lo general, las encargadas de los programas relacionados con la familia en sus respectivos países y los estados. Ellas tienen una exquisita sensibilidad ante esta causa de muerte, principalmente cuando se trata del suicidio en los adolescentes. Contar con su apoyo en cualquier estrategia de prevención del suicidio garantizara su éxito en buena medida.

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